Quizás sólo fuera coincidencia,
pero cual flecha llegó a mi corazón
directa y sin titubear la iluminó,
en un lugar cualquiera la vi
iluminada desde el cielo estrellado.
Todo claro tiene un oscuro, así es
como definiría yo el verdadero amor,
aquel que sabe mantenerse claro.
Todo oscuro puede dominar sobre ellas,
puede devorar todas las flores del jardín
que hay en la parcela de la posibilidad.
Todo momento es claro en mi travesía,
el camino me conduce hacía el jardín
donde plantaré mi corazón y crecerá.
Quizás sólo fuera cuestión de segundos
o fueran meses, no sabría decir como fue
pasar de la mano entrelazada al lecho,
sólo sé que mi corazón moría de placer,
que latía con fuerza, que eran reales.
Poco a poco mi amor crecía, pensaba
que había un límite, pero no, sabía
que superaría mis expectativas.
Poco a poco conocí a una dulzura,
al bombón que tanto tiempo busqué,
y la encontré, la miel personificada.
Poco a poco, de un negro matiz pasó
a un rojo mi alma, los latidos impulsaron
la felicidad y las dichas por mis venas.
Ahora me encuentro en mi escalón emocional
observando día a día como crece el matiz
que le da a mi vida, con su sonrisa de azúcar,
ahora me siento completo, tengo lo necesario
para ser feliz, unos latidos teñidos de sonrisas.
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