Respuesta final

Aguantando lágrimas de ira,
aguantando las ganas de irme
de esta larga cola desesperante.

Por un error hoy estoy aquí,
en un ambiente negro de vida,
en un ambiente de dolor rojo
por la tristeza de las heridas.

Un día tu paciencia se agotó,
y toda la negrura húmeda
en mi cuerpo comprimida,
la caja en lágrimas se rompió.

Un anillo roto y otro nuevo

Apareció a mi lado una tumba
y sentí las lágrimas mis mejillas
inundar, un anillo en mi anular,
húmedo por la tumba y roto.

Me dejó una montaña dorada,
pero no tenía valor alguno
en un pecho sangrante y triste,
quería desprenderme del dolor.

Durante el proceso, le conocí,
conocí al alquimista sanador
que forjaría otra sonrisa en mi,
que forjaría un anillo inoxidable.

Enlaces de cadenas

Lancé al aire cadenas,

algunos la cogieron,

otros la ignoraron

y otros un engaño.

Aquellos que la recibieron

con confianza se aferraron

y la sangre de las aceras,

de la herida de antaño,

con rapidez cicatrizaba.

Había un conjunto que estafaba

a un corazón falto de enlaces,

un rubí puro e inocente en vida

que parecía no tenerla en la cita

con el médico de las amistades.

Lancé cadena al aire,

algunos la cogieron,

otros la ignoraron

y otros un engaño.

El techo de mi alma

Maniatada y colgada,
en el techo me encuentro
mostrando y escondiendo
mi tristeza y desesperación.

Rodeada de una oscuridad
espesa y oculta de los demás,
intento que alguien busque
la luz y me la entregue.

Ahora, dentro de estas paredes,
pido ayuda a gritos mudos,
cristales tintados de negro
tapan mi dolor y mi llanto.

Cuarta respuesta

Yo nunca había confiado
en nadie tanto para decir
lo que te dije a ti, tu fuiste
diferente, demostraste tu valor.

Poco a poco te fui escribiendo
la letra de mi corazón y de mi yo,
poco a poco te di las migas
del pan de mi vida.

Un día, de tu boca sellada,
salió una de mis letras, decepción,
por favor, no de nuevo, por favor.

Ahora quiero saber, después
de perder la llave de mi diario,
¿Serás como las demás
o recuperarás mi confianza?

¿Cómo será la llama de tu vela?

En una caja roja
había una vela cálida
que el viento apagó,
la caja su tono perdió.

La llama se tornó oscura
y la caja cogió la tonalidad
de desesperación y tristeza.

Víctima de las lágrimas,
la llama se apagó, no había tono
para una caja sin color.

Un día, unos ojos observaron
el candil, apagado y desgastado,
cogió una cerilla y la llama renació.

En una caja roja
la vela caída ardió,
volvieron las sonrisas.

Balcón lunar

En el balcón me hallo
observando como se mira
la luna en el espejo,
viendo mi corazón
bailar por la dicha.

Con una copa en la mano
observo mi collar, y veo
su nombre en el reflejo
de un techo rojo.

Su mirada me llama
y sus labios me seducen,
encadenada está mi alma
des del instante de la unión.

Antes andaba cojo,
estaba dolorido y perdido,
¿Por qué de esta enfermedad
me diste sonrisas y felicidad?

En el balcón me hallo
observando como se mira
la luna en el espejo,
sintiendo el dolor reprimido
desaparecer, por fin se ha ido.

El gato y su candado

Una cadena se haya
en el cuello del felino,
un candado de ella cuelga
y en su reverso, grabado
se encuentra su promesa.

Cadenas oxidadas de dolor,
de errores que no volverán,
aquellas heridas  que se curan
con la presencia del metal
y con la ausencia de la llave.

Un cerrojo que nos une,
y solamente tuya, la decisión
de que siga oxidando la cadena
sin tu recuerdo colgando de ella.

Una tarta y una tumba

¿Con la tarta celebramos
cada año que crecemos?
No, celebramos la existencia
de ese ser al que apreciamos,
al que queremos hacer sonreír.

Entre tarta y tarta
nos acercamos a la final,
a aquella que se disfruta
al máximo y con ellos,
los que están a tu lado.

¿Qué hacemos con la tumba?
Lo perdemos todo, ese ser,
esa persona que nos aportó,
y nosotros a ella, sonrisas,
cálidas y que perduran dentro.

Aliados nocturnos

Mi mente y mi corazón

se han aliado esta noche,

ahora estás en mi cabeza.

Con la luna en el cielo

y mis ojeras húmedas,

lanzo un grito al techo

para que puedas escuchar

los latidos que te mando.

Tumbado en mi lecho

y recordando, añoro

todos los abrazos dados

y los que faltan por dar,

¡Oh, corazón, no tan rápido!

Mi mente y mi corazón

se han aliado esta noche,

¿Te llegarán mis latidos?

Hay olas y olas...

Olas negras han abatido
mi vida una y otra vez,
sin descanso una tras otra.

Días llenos de olas
y de una débil brisa
que me acaricia y me susurra,
asiento y sonrío, ¿Por qué?

Noches de luna roja
aparecen después de las olas
durante el día, la brisa me abraza,
¿Será que ya ha pasado todo?

Olas frescas y cristalinas
alcanzan mis pies en la orilla
mientras la brisa está a mi lado.

¿Por qué un quizás?

Quizás una sonrisa
no basta para expresar
la velocidad de mis latidos
con sólo en ti pensar.

Quizás nuestros dedos,
entrelazados y sin brisa
que pueda pasar por ellos,
no hacen visible las cadenas
y su candado sin llave.

Quizás un beso
no me sirve para darte
la pasión que hay en ellas,
las lunas pardas.

Pero no quiero pensar en un quizás,
ya que la inseguridad me quitas y quitarás,
ya que quiero pensar en ahora, no en aquello.

Acto tercero

Esta noche estoy yo
en esta habitación
angustiada y sin ti.

Tus secretos más ocultos
en mi cabeza rondan, error
mío fue mirar esa carta,
esa es la angustia
que siento en  mi corazón.

Yo solía ser la más segura,
la que nunca cometía errores,
pero tú derrumbas mi seguridad
y cometo errores nunca cometidos,
¿Por qué haces que los cometa?

Esta noche estoy yo,
sigo esperando la respuesta,
¿Me la darás pronto?

Segundo acto

Entro de nuevo en escena
en la misma situación,
ahora el tiempo decide
tu decisión futura.

Ahora entras tú, y en esta escena
tienes tu mi corazón en tus manos
con nuestras venas unidas, cada acto,
cada dedo movido es una herida
causada por las garras de la lengua.

Ahora estamos en el escenario,
tu inseguridad y mi corazón,
el público está atento a este acto,
ya siendo completamente tuya,
que será algo bueno o ensangrentado.

Y sigo repitiéndome la pregunta
una y otra vez, quiero saber
cuando se acabará esta tortura,
¿Me aplastarás o cuidarás?

Versos de verano V

Una ventana abierta e iluminada
da lugar a un patio habitado
por estos versos, con una brisa
suave y la luna observante,
estos viajan a tu sonrisa.

Unos versos de madrugada
cargados con la nostalgia variante
de tu presencia no presente, ahogado
está mi corazón de esta ya nombrada.

A todas horas andas en la alborotada
cabeza que poseo, la luna observa
el movimiento de mis labios por ti inspirado,
algo que desde el primer beso conserva.

Una ventana abierta e iluminada
da lugar a un patio habitado
por estos versos, con una brisa
suave y la luna observante,
estos viajan a tu sonrisa.

La suerte me fue esquiva, pero me ha dado
un motivo para sonreír, cual limón
exprimido o cual cigarro fumado,
aprovecho y disfruto contigo de corazón.

Nuestra obra

Este es mi escenario,
un corazón, por la negación,
a ser pisado e irreparable.

La vacía oscuridad esta llena
de lamentos y desesperanza,
pero aún  queda una llama
escondida entre tanta niebla.

La luz es respaldada y dañada
por tus dulces y duras palabras,
por tus suaves manos respaldada
y dañada por tu lengua con cuchillas.

Y ahora estoy esperando en la madera
el veredicto del juez que hay en ti,
¿Qué dirás, me romperás o cuidarás?

La realidad escondida

La realidad se esconde

de las miradas ajenas,

tras un muro mira de reojo

para ver si están los ojos

que reprimen su verdad.

Los estereotipos son la fachada

que cubren y esconden los secretos

del agua cristalina, sean de dichas

o de su ausencia, y esta barrera

sólo muestra lo amargo del camino.

Realidades detrás de cortinas opacas,

realidades envueltas en la densa niebla,

realidades atadas con aquellas cadenas

que bajo llave están, todo esconde 

algo que revelar, algo tras el muro.

El hacha y sus manos

En un camino lleno de escarcha
y en un tronco clavada un hacha,
sin nadie para sacarla y sanar
la herida, era yo el protagonista.

El hacha se movía en ocasiones,
pero sólo abrían más la herida
todo eran falsas esperanzas perdidas
en miradas vacías, como cuando semilla.

Un día vino alguien y la agarró,
tiró y la sacó, la herida se sanó,
todo gracias al calor que derritió la escarcha
y a las manos que me rodearon.

La fecha de la dicha

Ese fue el día
en que me volví esclavo
de tu alegre sonrisa.

Sintiendo cada abrazo
y cada beso acelerando
mi maltrecho corazón.

Viendo como floreciste
en este jardín marchito
supe que por ti amanecería
cada mañana y esta rima
un día te daría.

Pues la alegría me domina
cuando recuerdo que un día
pude conocerte, de esta sensación
jamas querría ser esquivo.

Poema de ausencia

Buena sea la presencia
que a mi pecho hace latir,
sale la dulce y esperada
de la primavera su esencia,
estaba dañada y cegada.

Pues ahora es hora de partir
por la senda del lazo,
aquella que me ha cazado
con las garras de su sonrisa
y de su belleza, su brisa.

El silencio de la nostalgia
es aquel que mi cuerpo domina
cuando tu ausencia es presente,
pues en tu interior está la magia
que mi sonrisa motiva e ilumina,
de mis dichas eres la fuente.

Quizás sea una tontería

Quizás sea una tontería,
pero cuando cae la noche
y en mis cuatro paredes estoy,
ocupas mi cabeza y miro al techo
pensando en nuestro lazo.

Quizás sea una tontería,
pero cuando te tengo cerca
no quiero separar nuestras manos,
quiero seguir con los brazos
en tu cintura y sentir
la textura de tus dulces besos.

Quizás sea una tontería,
pero quiero que en ti
siempre haya la más bonita
de todas las sonrisas,
aquellas que me alegran
cada vez que el sol se levanta.

Día para recordar

Un día que recordar
es aquel en el que tú
hiciste que mi pecho
volviera a latir.

Derrumbaste la barrera
que construí para que nadie
pudiera entrar, pero pasó,
entraste con la llave
que había en tu ser.

Calentaste el frío cemento,
seco y duro, de la barrera,
hiciste que la negra niebla
se disipara, conseguiste
llenar la oscuridad de sonrisas.

Un día que recordar
es aquel en el que tú
hiciste que mi pecho
volviera a latir.

Baile de la vida

Vida es aquella que da giros
y abre diferentes puertas,
no es una llave maestra,
es una llave para cada puerta,
esa fue la que encontré.

En un lugar cualquiera
con sus cuatro paredes
y su multitud en ella
vi algo diferente
entre tanta monotonía.

Me acerqué a ver que era
y fue una llave fortuita
que me llevaría a la puerta
de los latidos intensos
al ocupar mi cabeza.

Cada sonrisa ligera
al pronunciar su nombre,
cada latido real
por cada paso realizado
en el baile de la vida.

La sombra

Una negra sombra
me persigue día y noche,
durante el día la veo,
durante la noche se camufla.

Algunas veces ha tenido
sombras unidas por las manos,
pero al cabo del tiempo
se van y se queda sola.

Pues con una lágrima oscura
llora por nostalgia,
por la falta de su silueta
iluminada por la noche.

La sombra llora,
y aún así sigue mis pasos,
¿Si tanto dolor has sentido,
por qué sigues soportándolo?

Día de rosas

En cada mirada a la luna,
el foco que nos iluminó
la unión de nuestras manos,
buscadoras de cariño.

En cada mirada al cielo
veo tu rostro reflejado
en el espejo interno
de mi corazón.

Hoy, en este día de rosas,
quiero sentir tus pétalos
rozando mis labios,
quiero que me arranques las espinas.

Poema A-23

Un día desperté con el amanecer
llamando a mi ventana,
me daba los buenos días
y se marchó a la noche.

Durante el día pude notar
el olvido y el vacío
en mi caja de sangre.

Durante el atardecer sentía
las risas de las amistades,
llenaban un poco el vacío.

Durante la noche me acordé
de lo olvidado, ¿Cómo podría
olvidar algo así?

Olvidé la soledad y la falta
de calor en mi pecho,
olvide esos momentos
en los que mandan los besos
llenos del sentimiento sincero.

Situación social

Su sonrisa define
la falsedad que en ella
está, los deseos
de no querer mentir.

Su brazo llora
por las aberturas
del dolor, causado
por el aguante roto.

Mas solo debes sonreír
de la manera más sincera,
lucir la felicidad que ilumina
el rostro y el pecho.

Alas de libertad

Mi alas de la libertad, con algo de tu ser
que yo desconozco, has encadenado
a tus dominios, donde tienes
muchas trabajadoras, has roto mis alas
como si fuera el más frágil cristal.

Dulces palabras, dulces promesas fueron
aquellas en las que me dabas un camino
por si se rompía mi corazón, pero lo cerraste
en mis narices, con un interrogante, algo de ti
que no sabría definir, algo que me domina.

Coordenadas

Fui al sur
y encontré lluvia
acompañada de truenos
que salían  de sus gritos.

Fui al este
y encontré flores
en un jardín con espinas
y con el frío del invierno.

Fui al oeste
y encontré el sol
medio oscurecido
y la noche sin estrellas.

Me quedé en el norte
con su jardín cuidado
y sin espinas, con sus estrellas
y su sol lleno de calor.

CXXVIII

En unas pocas horas

conseguiste que esta piedra

se deshiciera cual hielo

creando una llama en su interior

que la llenaba de fuego. 

Siento en el pecho

el calor al que llaman

"El latido de la primavera",

aquel que se acelera

cuando siento tus pétalos

rozando mis labios.

Deseo que el tiempo

decida unirnos la senda

y así poder sentir

el calor de tu mano,

de tu rubí.

Tarde espontánea

Tocando tu suave tez
cual prenda de seda,
sintiendo la ternura
en tus besos
y en tus labios dañados.

Sintiendo tu sufrimiento
con solo tocar tu brazo
de piel áspera y llena
de heridas hechas
por la cuchilla y el dolor.

Pues en esa tarde
en la que sin saber como
acabamos en mi lecho,
y con la duda
dejaste a mi pecho.

Dibujo del recuerdo

Vi una imagen que quería
que fuera de tu lápiz
para mi, un recuerdo más
para obtener la nostalgia
de colores y realidades.

Mi cabeza asaltan
aquellos recuerdos fugaces
y efímeros llenos de palpitaciones,
intensas como nuestro último
beso en aquellas vías.

Ahora la nostalgia azota
mi cuerpo frágil, hecho
de lágrimas de cristal
y de recuerdos a un pecho,
atados con cadenas de dichas.

Amor IV

Amor de bolsillo,
aquel que busca valor
en tiendas y otros lugares,
aquí domina la cartera.

Amor de cuerpos,
aquel que busca el placer
en la unión de estos,
aquí domina la lujuria.

Amor de almas,
aquel que ves sus ojos
y sus sentimientos,
aquí domina el corazón.

Noche de bohemia

Solo nuestros cuerpos
en un lecho ajeno,
iluminados por la luz
provocada por el farol
del oscuro bulevar.

En mi sigue el recuerdo
de tus manos acariciando
mi pecho, las cuales llevar
me querían a sus campos,
a sus dominios.

Tengo delirios,
siento un abrasador sol
que incita a mi instinto
y en el corazón una cruz,
las dudas mi cabeza asaltan.

Tengo un ramo de jacintos
secos, te lo daré
y en tú jarrón lo colocaré,
palpitante y de agua lleno,
¿Podrá cicatrizar mi jacinto?

Luces en la penumbra

Ando por la senda
ebrio por tus besos
los cuales perdí
al girar la esquina.

Me sentí olvidado
y extrañé a la muerte,
mas una luz que me cegaba
me ofreció un pañuelo
para secar mis penas.

La mano me ofreció
y yo me levanté del suelo,
cuando giré por segunda vez
esa esquina me choqué
con un ángel.

Ando por la senda
ebrio por los besos
de un ángel caído,
música en mi pecho.

La máscara del asesino

Gran herida creaste
con tu húmedo cuchillo
y con tu máscara maldita,
mi sonrisa mataste.

Con dulces trucos y engaños
mi corazón hiciste tuyo
y la parte más pura obtuvo
cual regalo, gran pena tuvo
mi pecho con tus actos.

Yo acabé dolida,
y tú, el billete de ida
compraste sin aviso
para irte a otro sitio.

Tren nostálgico

Sentado en el tren
a través de la ventanilla
veía el bello brillo del mar
con la luna mirándose al espejo.

Llenándome la cabeza
de los recuerdos y palabras
más bonitas que salieron
de tus suaves labios.

Una sonrisa se presentó
en mi rostro nostálgico,
una única oración necesitaba
para calmar mi corazón.

Automóvil desgastado

Muy mecánica es
la historia de este vehículo,
de dueño en dueño
los cuales  solo las llaves
dejaban puestas y como un sueño
no pensó en el túnel oscuro.

No quería más llaves,
él andaba solo sin ellas
y con los giros de las ruedas.

Hay una joven en espera
de ver el vehículo y saber
si sacará el dinero de su cartera.

De las armas al hogar

Soldado alemán
de gran armamento
y sorprendente talento,
sus piernas andan
siempre en el campo de batalla.

Gran sorpresa fue la suya
de conocer a una bella dama
en el pueblo de cuya
grandes tradiciones había,
él retornar no quería.

Pues nuestro militar
dejó las armas y cogió sus manos,
dejó la sangre, dejó ese lugar
lleno de balas perdidas y fríos cuerpos,
y se alojó en un acogedor hogar.

Sueño oceánico

Un buen pescador
en su barca y con paciencia
mantiene la caña entre sus manos,
espera a que llegue la presa.

Siempre se valía de presas
como sardinas, atunes,
poco alimento,
pero un día pescó la mayor
presa de su vida.

Pasaron los años,
pasó su vida en lo que
se fumaba el último cigarro,
y la gran alegría seguía ahí,
sin pudrirse ni fugarse al mar.

Semillas en tierra

Un campo de semillas

todas ansiosas por tener

el agua que les hace crecer,

unas más avariciosas que otras.

Las semillas negras acaparan

todos los nutrientes de la tierra

y dejan a las demás en la miseria.

Pues las semillas encierran

valores de colores, y una mera

razón de alegría.

Las negras dominan el campo

y el poco espacio que queda

para las otras sin parcela

y con el robo de las negras.

La diferencia de brillos

Una luz que me ilumina
que de rojo pinta,
de pasión y de sangre,
es el brillo de la lámpara
del cronómetro cual campana
suena y marca el final de la tarde.

Una luz que arde y me ciega,
una silueta a mis ojos llega
a sus alrededores luz celestial,
mi ángel, una oportunidad
y ninguna más, a la felicidad
tienes acceso, eres libre de volar.

Pues ahora mi máquina
con sangre en sus tuberías
y latidos potentes de alegrías
tiene las alas para saltar,
puede ser una lámpara letal
o un sol con su silueta.

El ciclo del amor

Te conocí una noche
en zona de bares y jolgorio,
fue un milagro para mi corazón,
un momento que hizo latir
el rubí que guardo en mi pecho.

Tiempo al tiempo,
fue nuestra enfermedad
de olvido, aquella que hizo
que mi alma llorara por dañarte
lo que esconden tus costillas,
un corazón inocente.

Mas no podía seguir regando
una flor que ya estaba marchita,
tenía la tentación de arrancar
otras flores de su jardín
de la libertad.

Confesión lunar

Un corazón malherido

que hace poco se ha ido

de su guerra, ahora las heridas

quiere curar, pero las medicinas

están en ti, no las tiene nadie más,

ya que tú las guardas en ti.

Pues ahora, debajo de la luna

ese beso que nos dimos

las ha curado, ahora tus labios

y tu presencia son la adicción

que hacen latir a mi rubí,

quiero empezar con la única uva.

Esta maquina de latir de color

carmesí, sola no tiene valor,

con tú compañía se ilumina el cielo

y se llena de estrellas, pues quiero

decirte que mi corazón late por una razón,

y esa razón eres tú, sólo tú y tus besos.

Buen despegue

El cohete de mi vida
tiene un camino en la mira,
le falta el combustible,
y es la compañía en el viaje
pues no es mucho el equipaje
que debes llevar, pues es variable.

Para que la nave vaya hasta su destino
debe estar equilibrada y sin problemas
en el motor, pues dentro de sus venas
tiene la gasolina del corazón, la he querido
y la querré tener en mi cuerpo más
tiempo, un periodo indefinido.