Entro de nuevo en escena
en la misma situación,
ahora el tiempo decide
tu decisión futura.
Ahora entras tú, y en esta escena
tienes tu mi corazón en tus manos
con nuestras venas unidas, cada acto,
cada dedo movido es una herida
causada por las garras de la lengua.
Ahora estamos en el escenario,
tu inseguridad y mi corazón,
el público está atento a este acto,
ya siendo completamente tuya,
que será algo bueno o ensangrentado.
Y sigo repitiéndome la pregunta
una y otra vez, quiero saber
cuando se acabará esta tortura,
¿Me aplastarás o cuidarás?
Sensaciones y sentimientos... plasmados en un blog de poesía, simplemente palabras de un poeta, plasmadas en un papel y del papel al blog.
martes, 30 de junio de 2015
sábado, 27 de junio de 2015
Versos de verano V
Una ventana abierta e iluminada
da lugar a un patio habitado
por estos versos, con una brisa
suave y la luna observante,
estos viajan a tu sonrisa.
Unos versos de madrugada
cargados con la nostalgia variante
de tu presencia no presente, ahogado
está mi corazón de esta ya nombrada.
A todas horas andas en la alborotada
cabeza que poseo, la luna observa
el movimiento de mis labios por ti inspirado,
algo que desde el primer beso conserva.
Una ventana abierta e iluminada
da lugar a un patio habitado
por estos versos, con una brisa
suave y la luna observante,
estos viajan a tu sonrisa.
La suerte me fue esquiva, pero me ha dado
un motivo para sonreír, cual limón
exprimido o cual cigarro fumado,
aprovecho y disfruto contigo de corazón.
da lugar a un patio habitado
por estos versos, con una brisa
suave y la luna observante,
estos viajan a tu sonrisa.
Unos versos de madrugada
cargados con la nostalgia variante
de tu presencia no presente, ahogado
está mi corazón de esta ya nombrada.
A todas horas andas en la alborotada
cabeza que poseo, la luna observa
el movimiento de mis labios por ti inspirado,
algo que desde el primer beso conserva.
Una ventana abierta e iluminada
da lugar a un patio habitado
por estos versos, con una brisa
suave y la luna observante,
estos viajan a tu sonrisa.
La suerte me fue esquiva, pero me ha dado
un motivo para sonreír, cual limón
exprimido o cual cigarro fumado,
aprovecho y disfruto contigo de corazón.
lunes, 15 de junio de 2015
Nuestra obra
Este es mi escenario,
un corazón, por la negación,
a ser pisado e irreparable.
La vacía oscuridad esta llena
de lamentos y desesperanza,
pero aún queda una llama
escondida entre tanta niebla.
La luz es respaldada y dañada
por tus dulces y duras palabras,
por tus suaves manos respaldada
y dañada por tu lengua con cuchillas.
Y ahora estoy esperando en la madera
el veredicto del juez que hay en ti,
¿Qué dirás, me romperás o cuidarás?
un corazón, por la negación,
a ser pisado e irreparable.
La vacía oscuridad esta llena
de lamentos y desesperanza,
pero aún queda una llama
escondida entre tanta niebla.
La luz es respaldada y dañada
por tus dulces y duras palabras,
por tus suaves manos respaldada
y dañada por tu lengua con cuchillas.
Y ahora estoy esperando en la madera
el veredicto del juez que hay en ti,
¿Qué dirás, me romperás o cuidarás?
jueves, 11 de junio de 2015
La realidad escondida
La realidad se esconde
de las miradas ajenas,
tras un muro mira de reojo
para ver si están los ojos
que reprimen su verdad.
Los estereotipos son la fachada
que cubren y esconden los secretos
del agua cristalina, sean de dichas
o de su ausencia, y esta barrera
sólo muestra lo amargo del camino.
Realidades detrás de cortinas opacas,
realidades envueltas en la densa niebla,
realidades atadas con aquellas cadenas
que bajo llave están, todo esconde
algo que revelar, algo tras el muro.
martes, 2 de junio de 2015
El hacha y sus manos
En un camino lleno de escarcha
y en un tronco clavada un hacha,
sin nadie para sacarla y sanar
la herida, era yo el protagonista.
El hacha se movía en ocasiones,
pero sólo abrían más la herida
todo eran falsas esperanzas perdidas
en miradas vacías, como cuando semilla.
Un día vino alguien y la agarró,
tiró y la sacó, la herida se sanó,
todo gracias al calor que derritió la escarcha
y a las manos que me rodearon.
y en un tronco clavada un hacha,
sin nadie para sacarla y sanar
la herida, era yo el protagonista.
El hacha se movía en ocasiones,
pero sólo abrían más la herida
todo eran falsas esperanzas perdidas
en miradas vacías, como cuando semilla.
Un día vino alguien y la agarró,
tiró y la sacó, la herida se sanó,
todo gracias al calor que derritió la escarcha
y a las manos que me rodearon.
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