martes, 5 de marzo de 2024

Reflejo desterrado

Nos sumergimos en la profundos rincones
de la más remota e inexplorada niebla,
dónde se oculta la ignorada obsidiana
formando una hermética y férrea cúpula,
dónde el silencio se enmudece
y el eco de la luz se ensordece.

Tras el fúnebre derrumbe del pilar
las infranqueables murallas se erosionaron
permitiendo así que el chirriar del vidrio,
siendo rechazado por la oscura obsidiana,
pudiera, finalmente, moverse por la niebla
y fuera escuchado desde el interior de la cúpula.

Ahora, con un fragmento del fulguroso reflejo,
arremete contra las paredes que le desterraron
logrando abrir una ínfima brecha, 
logrando formar una imperceptible grieta
por la cual logra atravesar una diminuta hebra
del fulgor que desea alcanzar el exterior.

domingo, 18 de febrero de 2024

El corredor espejado

Delante de su cicatrizada figura,
y rodeada por una densa neblina,
emerge del suelo un estrado de mármol blanco
y a su lado, la tejedora aguarda paciente
a que el nómada tome asiento en éste.

Una vez está el viajero sedente
las hebras inician su camino
hacia las profundidades de la oscura nube
que oculta el vitral de la tejedora
siendo aún imperceptible al ojo del nómada.

El trayecto acaba en una gran bóveda de piedra
donde hay un portón abierto que muestra un pasaje,
un extenso pasaje, allí donde reina la incertidumbre
del "¿Adónde lleva esta senda, habrá un final?".

En los pilares que resguardan el portón se observan
símbolos y grabados de los que han intentado cruzarlo,
en la parte derecha, la obsidiana muestra una manchada pluma,
en la parte superior se muestra una corona, el sol y la luna,
en la parte izquierda, el mármol muestra unas harapientas ropas.

El nómada atraviesa el arco, y una vez se encuentra en el corredor,
siente como las etéreas y sedosas hebras abren sus heridas
fragmentando y cristalizando su cuerpo, manteniendo unidas
cada pieza de cristal por imperceptibles filamentos cargados
de una fría y calmada electricidad estática.

El trayecto empieza en el corredor espejado,
a su derecha observa en el interior de la niebla
la figura de la bestia que ha perseguido la libertad
y la aceptación, aún teniendo las garras ensangrentadas.

El trayecto empieza en el corredor espejado,
alzando la mirada observa como el eclipse
observa y transmuta la oscura tinta 
y la niebla carmesí que manchó e hirió al poeta.

El trayecto empieza en el corredor espejado,
a su izquierda el blanquecino mármol recibe
aquellas experiencias vividas por el emperador
y refleja la nítida y clara imagen del nómada.

El trayecto empieza en el corredor espejado,
dónde se vive el pasado, el presente y el futuro,
dónde realmente se conoce quién camina y quién huye,
dónde realmente inicia la travesía del alma.

jueves, 1 de febrero de 2024

Alabardas silentes

El crepitar de las llamas se enmudece,
el fragor de las alabardas se ahoga,
los susurros de la sangre se extinguen,
y a su alrededor, se dibuja con acuarela
el sosiego de alguien cualquiera.

Extensos bosques inundan lugar
mientras grandes lagos brotan de la tierra
albuferas que se ramifican inagotables ríos,
así, siendo un observador y sin ser partícipe
se contemplan las batallas que se están luchando.

Guerras que atentan contra ese alguien cualquiera,
guerras que atentan contra ese lugar imperturbable,
siendo la tinta carmesí aquella que ansía mancharlo
siendo el oxidado acero lo que desea atravesar el vitral,
para trizar la tierra intangible donde reina la serenidad.