Campo de batalla

Campo sangriento
de color rojo
y de sangre sediento,
pues primero va el cojo
y luego los demás.

Campo político
de colores manipulados
y en intereses rico,
lo importante son sus huesos
y luego los demás.

Campo triste
de color fúnebre,
por última vez viste
esperanza en Octubre.

Campo pacífico
de color azul claro,
lleno de público
que lo ha pagado caro.

Rima XXV

Un día,
después de la noticia,
me cayeron lágrimas
de tristeza y alegría,
pero aún habiendo lluvia
podía tener sonrisas.

Lágrimas de tristeza
por perderte,
lágrimas de alegría
por aún conservarte,
ahora soy de la realeza
rodeado de valiosa porquería.

Rima XXIV

Hay unas perlas
brillantes y húmedas,
hay lingotes
de oro blanco y brillantes
en este triste rostro.

Tú le diste ese brillo
a un rostro abatido,
pues penas arrastro,
haces que encuentre el sentido
a un solitario castillo.

Rima XXIII

Después de un engaño
no sabía lo que sentía,
estaba confundido,
me hicieron daño,
tenía el corazón dolorido
y me faltaba alegría.

Te conocí
en un gran evento
no sabía lo que pasaría,
pero en ese momento
sólo pensaba en ti,
poco a poco, sonreí.

Regaste de mi felicidad
su raíz,
la hiciste crecer
con intensidad,
me hiciste feliz
y mi sonrisa fortalecer.

Piratas del desierto

A un mar de arena
estamos atados,
con una cadena
y camellos anclados.

Con la tripulación,
el corazón y nuestra canción
gritamos nuestros sueños.

Queremos todos los tesoros
de este mar solitario,
queremos los corazones
de las bellas mujeres,
queremos este desierto sombrío
conquistar,
queremos nuestra vida acabar
como piratas orgullosos.

A un mar de arena
estamos atados,
con una cadena
y camellos anclados.

Diamante y oro,
mujeres y plata,
llenos de riqueza
y envueltos en la mansa rutina,
no es nuestro tesoro.

¿Queréis saber
cual es nuestro tesoro?
Después de la batalla
poder alzar nuestras espadas,
y aún en la pobreza
poder divertirse y beber,
poder cantar delante de las cortinas
hechas de arena, y para hacernos caer.

A un mar de arena
estamos atados,
con una cadena
y camellos anclados.

Cuando te conocí

Cuando te conocí,
tenía huecas y vacías
todas mis sonrisas,
tenía humillado y herido
mi maltrecho corazón.

Cuando te conocí,
sentí tus caricias
dándome felicidad y alegrías,
el dolor se ha ido,
y ahora, suena nuestra canción.