domingo, 23 de julio de 2017

Castillo del espectro

Azotado por la desazón,
trémulo ante la niebla,
densa y oscura,
reconozco su silueta.

Solemnes e incorpóreas ilusiones,
de ellas objeto de burla,
me indicaron el camino,
¡Oh, glorioso castillo en ruinas!
¡Cuan acogedora es la oscuridad!

Mas os encontré en los lugares
más inhóspitos de alegría,
más ignotos de la tristeza,
¡Oh silueta sombría, venid,
se acabó vuestra soledad!

Rodeado por al niebla,
aceptando su espectro,
triste y desechada,
recordé como sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario