miércoles, 23 de enero de 2019

Súcubo de luna sangrienta

Bella y sádica súcubo de la noche,
ordenas a la luna que apuñale al cielo
y beba de su sangre cual vampiro,
dando a entender que el juego ha empezado.

El cielo del oscuro infierno te ilumina,
entras en los hogares de las familias
para susurrarles al oído tus demandas
mientras arañas su pálido mentón
con las punzantes dagas de tus dedos.

Naces de la noche y resides en las almas,
juegas con ellas excitándolas con tentación
te recreas llevándolas a los actos más lujuriosos,
trizas candorosos rubíes con un nombre mortal
por la lujuria más retorcida y más enfermiza. 

Bella y sádica súcubo de la noche,
la luna bosteza y despierta el sol,
vuelves a cubrirte con la sábana de inocencia
dejando las llamas del crimen tras tu espalda.

La ciudad de las máscaras

Se ilumina el gran salón,
lleno de figuras con máscara
que al compás de la música bailan
sobre el tablero de ajedrez.

Estas siluetas bailan con otras,
cosiendo sutilmente hilos rojos
sobre sus ropas, para bailar
con más de una pareja a la vez,
cortan cuerdas rojas para unir
cosen cuerdas rojas para destruir.

Entes con ansías de ganar el juego,
el juego de poder que hay en la sala,
son arañas que compiten por tejer
la red más grande y llamativa,
el resto de máscaras son las moscas
que caen en la telaraña de la reina.

Almas misteriosas tras máscaras,
¿Qué escondéis detrás de la ilusión?
¿Sois personas o viles bestias?
¿Sois humanos o arañas codiciosas?
Quitaos el antifaz de la incertidumbre,
dejad de deleitaros de simples insectos.

Se apaga el gran salón,
las enmascaradas se tornan piedra
y yacen inmóviles sobre el tablero,
tablero de duro, frío y sádico asfalto.

martes, 22 de enero de 2019

Muñeca de cristal

Tras el muro de cristal te encuentras,
hermosa, bella y diminuta figura,
encerrada por los herméticos escudos
que llevan tus emparentados protectores.

Te dejas llevar por sus cálidos guanteletes,
viajas por los paisajes más delicados y bonitos
evitando así los pantanos de amarga ponzoña,
evitando así las bestias de déspotas intenciones,
concibes la realidad que te dejan tocar y sentir.

Vives en esa jaula de cristal, la jaula de la ceguera,
no ves los horrores que la realidad te envía,
no contemplas las dramáticas escenas,
no bebes de las lágrimas más tristes,
solo has sufrido de la cándida luz del sol.

Dulce silueta etérea,
sales del muro tras tantos años de cautiverio,
deleitas la oscuridad del mundo y no la conoces,
es tu primera batalla real y no te han dado armas,
solo eres una débil y frágil muñeca de cristal.

sábado, 12 de enero de 2019

Puente del abismo

Te encuentras sobre el tablón de madera,
te coges las cuerdas rezando no desequilibrarte,
no ves que hay en frente o en el abismo,
la densa niebla de incertidumbre rodea el puente.

No sabes que separa los tablones entre sí,
piensas en como hacer el paso, ¿Largo o corto?
razonas en como pisar, ¿Fuerte o suave?
meditas en el estado del próximo tablón,
¿Estará desgastado o estará intacto?

Del abismo nacen los rugidos de la bestia,
incluso la sientes delante de ti, ves sus ojos,
sientes sus garras y sus fauces, ¿Que haces?
¿Retrocedes o piensas aún en como avanzar?
Estás asustado, no quieres caerte o pisar mal.

Te encuentras sobre el tablón de madera,
te coges las cuerdas rezando no desequilibrarte,
sabes que si fallas te caes, si te caes la balanza
juzgará que castigo mereces tras tu error.

lunes, 7 de enero de 2019

La hoguera del aventurero

Cae la noche y las estrellas abren los ojos,
aparece oportuna la hermana de la luz,
enciendes tu hoguera y la miras embelesado,
¿En qué piensas, curtido aventurero?

Largos e inefables caminos has recorrido,
siendo víctima de la fruta penitente
que te ha hecho caer en el pecado,
sin obtener por ello tu redención.

Repudiado de las aldeas sin razón
y apuñalado por tus camaradas,
aun así haces que la melodía del laúd
caliente los más fríos cielos de invierno.

La llama parece apagarse, escuchas pasos
y ves las antorchas que nadan en el aire,
notas su cálida brisa y su benévola aura,
¿Será que vienen a avivar tu hoguera?

viernes, 4 de enero de 2019

Alma de mil infiernos

Forma etérea repudiada del cielo,
marcada como infame y pecadora,
juzgada cual ruin prófugo, ahora
yaces desterrada en tierra mundana.

Viajas por el asfalto infernal
víctima de las miradas demoníacas,
miradas de desdén y despreció,
lanzan fuego de sus afilados colmillos,
mas tú no ardes, no sangras,
emergen las ignífugas plumas del arcángel.

Pisas el hielo del mar invernal,
se resquebraja la delicada tez helada
y la ventisca azota tu esencia,
se congelan los lamentos cristalinos,
mas se alza un rubí fogoso y confiado,
tu pisada se torna ligera cual brisa primaveral.

Abres la oxidada verja del recuerdo,
las almas en pena despiertan de sus lápidas
y te atan su cadena, sus actos te atormentan,
los cuervos se posan sobre la cripta metálica
y cantan su melodía, se abren las puertas del sepulcro,
sientes su hedor y su déspota e instintiva presencia.

Tiemblan y crujen las hojas a su paso,
sus zarpas llenan el bosque de fúnebre niebla,
contamina cada gota del lago del alma
cubriéndolo del veneno de sus espinas,
mas no sucumbes, no te dejas envenenar,
te purificas con la brisa que te rodea.

Forma etérea despreciada del cielo,
residente de las tierras mundanas
con alas de arcángel y rubí ardiente,
con esencia de bestia y cadenas que os atan.

Forma etérea desdeñada del cielo,
valiente, firme, tenaz y terca,
no quiere someterse ante la balanza,
no quiere acatar a la tejedora.