martes, 10 de septiembre de 2013

Marcas imborrables

Una simple cicatriz,
gran recuerdo,
puede ser triste
o feliz,
ojala volviera a suceder.

Guerras perdidas,
batallas ganadas,
las esperanzas permanecen
y los sueños existen.

Mi espalda
tiene una cicatriz,
pues triste
y a la vez feliz,
de adiós se viste
con una bonita falda,
ya es momento de olvidar.

Mientras no se borre,
siempre recordaré
esos momentos
y  tus besos,
un deseo,
un por siempre te amaré,
por el camino corre
el querer de nuevo verte.

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