lunes, 26 de mayo de 2014

Rima XXIII

Después de un engaño
no sabía lo que sentía,
estaba confundido,
me hicieron daño,
tenía el corazón dolorido
y me faltaba alegría.

Te conocí
en un gran evento
no sabía lo que pasaría,
pero en ese momento
sólo pensaba en ti,
poco a poco, sonreí.

Regaste de mi felicidad
su raíz,
la hiciste crecer
con intensidad,
me hiciste feliz
y mi sonrisa fortalecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario