Noches de recuerdos,
los ya terminados,
las estrellas felices
de mi se ríen,
pues ellas sonríen
al ver mis ojos tristes.
Noches de vacío,
no se pagan con dinero,
sólo con el calor
de aquella hermosa flor
que cuidé con esmero
en aquel caudaloso río.
Noches de soledad,
en el silencio hundidas,
mis sonrisas intento buscar,
pero están desaparecidas,
escucho la noche pasar
mientras asimilo la realidad.
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