viernes, 24 de octubre de 2014

Amanecer carmesí

Aún recuerdo el día
en el que el sol desaparecía
y empezaba el anochecer.

Acariciando tú melena
teñida en fuego,
mirando de reojo
tus frutos verdes.

Tenía una rosa,
la mía sin espinas
y de dulce fragancia,
plantada a mi lado.

Aún recuerdo el día
en el que el sol aparecía
y empezaba el amanecer.

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