lunes, 29 de febrero de 2016

Actriz de calle

Un prado de flores
era el lugar donde vivía,
cada mañana olía
el olor de bellas rosas.

Los hombre visitaban
ese hermoso jardín,
y los pétalos arrancaban,
todos rompían las promesas.

Poco a poco llegó a su fin,
ya no había ni flores ni olores
que le alegraran las mañanas,
ya no le visitaban ni acariciaban
ni le miraban ni su cuerpo besaban.

Pues fue su ultima baza
oler cada noche las alcantarillas
desde la esquina, ya no eran colonias,
sino los besos mugrientos del puro
cuando las llamadas salían de caza.

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