jueves, 22 de noviembre de 2018

La tejedora y la musa

¡Oh, injusta y caprichosa
siempre por delante, tejedora!
Por tu hilo camino camina encantada
mi alma, a seguirte condenada.

Me llevaste al desierto congelado
donde el cielo sangra herido
donde el cielo está atormentado,
¿Mas qué es ese brillo?

Emerge súbita y airosa figura
en el páramo lúgubre y desolado
dándole vida al oasis ignorado,
transformando esta tierra oscura.

Musa de elegantes rasgos y tez morena,
de tu pensar brotan briznas doradas
rozando tu melosa sonrisa, que embelesa
a las almas más infames, ruines y depravadas.

Musa de mirada cobriza y olor de ambrosía,
¿Cómo es que acaricias mi alma con tu brío?
¿Cómo es que escudas a mi rubí del sombrío vacío?
¿Acaso es de la tejedora la burla de mi agonía?

Me encuentro en la niebla del resquemor,
con pánico de las grietas destruir,
con desasosiego de los muros construir,
mas a la reconstrucción le tengo pavor.

¡Oh, injusta y caprichosa
siempre por delante, tejedora!
Por tu hilo camino camina encantada
mi alma, a seguirte condenada.

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