Ese fue el día
en que me volví esclavo
de tu alegre sonrisa.
Sintiendo cada abrazo
y cada beso acelerando
mi maltrecho corazón.
Viendo como floreciste
en este jardín marchito
supe que por ti amanecería
cada mañana y esta rima
un día te daría.
Pues la alegría me domina
cuando recuerdo que un día
pude conocerte, de esta sensación
jamas querría ser esquivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario