lunes, 25 de abril de 2022

Grietas de combustión

El rubí somnoliento y ausente,
ante la presencia de su llameante melena, 
ardió por primera vez, su coraza de cristal carmesí
latía con fuerza y la sangre fluía por este,
dándole impulsos por los que arder,
dándole motivos para crecer y evolucionar.

La llamarada de la melena carmesí se apagó
y echó agua sobre el rubí candente,
mas al poco tiempo se desveló que la lluvia
era el diluvio que anegó y apagó las brasas del rubí.

Pasaron varias primaveras, en una apareció
la pluma blanca, la cual liberó al rubí
de los muros de hielo que lo rodeaba
e incendió al rubí. el núcleo tras la coraza
de cristal carmesí fue asediado,
y en consecuencia, se hizo la guerra.

La batalla trizó el cristal carmesí
en miles de fragmentos, los cuales,
calcinados por sus propias llamas,
formaron un glaciar a su alrededor.

En el presente, el rubí se ha formado de nuevo,
aun con el glaciar en torno a él sigue sanando
las dudas y oscuridad que le hicieron romperse,
mas apareció una loba, según se acerca a la gema,
esta abre nuevas grietas por el calor que desprende
el núcleo de su interior, la ventisca deja de actuar.

De las flamantes fisuras rezuma la humareda
de la paciente combustión de las llamas,
las llamas que en esta ocasión ansían
mostrar la pureza y el color de su fogata. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario