viernes, 29 de abril de 2022

Llamas de pureza

La figura, sin su pelaje grisáceo,
observa la hoguera compartida con la loba,
temeroso de que sus brasas se marchiten
ve el reflexivo espejismo de las llamas.

Se encuentra frente a su rubí,
rodeado de muros en ruinas,
húmedo por el glaciar derretido
y exudando el fuego contenido
de de hoguera por las grietas
que la tez albina construyó.

Observa las esquirlas carmesíes del rubí
formando un camino, por este se escucha
el sonido de sus dulces y suaves pisadas,
recogiendo y atesorando cada fragmento,
allí la ve, poco a poco se acerca
a la fortaleza que en antaño le habría atacado.

Según se acerca la loba, la pureza de la hoguera
extiende las grietas por el cristal carmesí,
esculpiendo una bóveda de obsidiana sosegada
para acceder a la fulgurante pira y a sus latidos.

El grisáceo protector acoge a la loba
tras sus afiladas garras y sus colmillos desgastados,
la tejedora guía a la figura, le susurra donde
tiene que pisar para avivar la llama.

La silueta, aun temerosa y absorta
por la visión de la avivada hoguera,
vuelve en sí mismo, y ve a la loba 
frente a él, le sonríe y acaricia
con su suave y pálida tez, y los temores
de la sombra se desvanecen, se tornan paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario