Al principio
estuve sin ti,
solo y esperando
con miedo, a que no vinieras,
pero te vi.
Delante del río
cogidos de las manos,
sintiendo tus besos
y viendo tus sonrisas
con una suave brisa,
me arropaste el corazón
con una capa de barniz.
Al final del día
todo acabó
con un abrazo,
me llenó de pasión,
felicidad y alegría,
me hiciste feliz.
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