Triste lluvia,
amargo lamento
que me arruina mis días,
en este momento
han caído en melancolía
todas mis melodías.
En un lugar,
un campo de occidente
empiezo el sol a buscar
para iluminar, con alegría
el lugar del accidente.
Al cabo del tiempo
las heridas curaron
y las lágrimas cesaron,
todo acabó, en un verde prado.
Pero estaba enamorado,
tras la perdida de mi amada
quise haber acabado
y de la muerte, ser carnada.
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