En el silencio
se escuchaba el canto del río,
pisando el suelo humedecido
y siendo siervo
de tus besos y miradas.
A lo lejos, un puente,
un recuerdo por olvidar
aguarda bajo la piedra,
andando como si nada
superó el recuerdo.
En el final del camino
llega la despedida,
pues un abrazo
y unos dulces besos recibí
antes de pasar a la estación.
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