Sentado en el tren
a través de la ventanilla
veía el bello brillo del mar
con la luna mirándose al espejo.
Llenándome la cabeza
de los recuerdos y palabras
más bonitas que salieron
de tus suaves labios.
Una sonrisa se presentó
en mi rostro nostálgico,
una única oración necesitaba
para calmar mi corazón.
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