en un lenguaje críptico, ininteligible
para los sentidos mundanos?
¿De dónde nacen las delgadas hebras
que se anclan en la piel y en la carne,
haciendo de ésta su marioneta?
"Ahoga tu percepción del mundo,
adéntrate en el anegado océano
dónde se oculta el caos y la oscuridad"
"Atraviesa esas zarzas y llegarás
al velo que nos separa, un fino manto
que mitiga mi presencia"
Llegados a ese lugar, frente a esa elástica
barrera que nos limita y nos hace crecer,
se sesga la tela y crea la fisura del subconsciente.
La salida de la consciencia desconocida, incluso temida,
la entrada de la inconsciencia conocida, aterrada
de las sentencias de nuestros movimientos.
"Las brechas se abren y cierran incesantes,
el fútil e ínfimo sonido del reloj no marca
ninguna hora, ni se mueven sus agujas siquiera"
"Las fisuras se deshilachan y cosen sucesivamente,
donde ni el deterioro natural ni el camino etéreo marcan
el lugar más débil de la imperceptible e impenetrable tela"
¿Qué ocurriría si nosotros accediéramos
al lugar donde resta parte de nuestra esencia
oculta y custodiada por el eléctrico instinto?
¿Qué podríamos encontrar en ese lugar
oculto en nosotros y de nuestra propia percepción
cuando nos preguntamos acerca del "Yo"?
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