frenan los pasos del alma
ésta se desvía y busca otra senda,
mas los otros caminos están
ocultos tras el muro inexpugnable.
Detonantes, explosiones que atentan
y quiebran los cimientos de la fortaleza
donde nuestra esencia trémula
se ha estancado, acobardada
e impotente observa la pared invisible
que le impide crecer y fluir.
Detonantes, aquellas voces
que nos destruyen, que rompen
los esquemas del pensamiento
y nos dejan colgando del hilo
que será nuestra perdición o abrirá
la senda a las puertas del subconsciente.
Detonante fúnebre acudió a mi
sesgando y derrumbando mi mayor
obstáculo de la forma más agresiva,
dolorosa y debilitante, las abrió,
entradas que me llevaron al santuario,
recordando al soberano que al trono ostentaba.
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